Los límites del dar y del tomar

Únicamente se debe dar tanto como el otro esté dispuesto a devolver a un nivel equivalente, o como sea capaz de hacerlo. Cuando uno da más de lo que el otro está dispuesto a devolver, el compañero se siente presionado, por lo que aún da menos. De esta forma, el desequilibrio va aumentando constantemente. Es una de las experiencias más dolorosas en una relación cuando uno se da cuenta de que el otro únicamente puede devolver una parte, o poco, en comparación con lo propio. O el otro devuelve algo diferente de lo que en realidad se necesitaría o desearía, no aquello que hace avanzar la relación. En un caso así, la persona tiene que conformarse con no dar más que el otro esté dispuesto a devolver. Puede ser que a través de este respeto, el otro empiece a dar un poco más por su propia iniciativa. Pero también puede ser que aquello que da siga siendo demasiado poco. En este caso, la relación se acaba. La relación de pareja requiere una cierta medida de dar y de tomar; sin esta medida se extingue.