Frecuentemente
confundida con los riñones y comúnmente asociada al dolor
de riñones,
esta área se sitúa entre la cintura y el coxis. Es una parte del
sistema de sostenimiento.
Dolores en esta región manifiestan la presencia de inseguridades
materiales (trabajo,
dinero, bienes) y
afectivas.
“Tengo miedo de carecer
de...!”
“Nunca lo conseguiré!”, “ Nunca conseguiré realizar esto!”
expresan bien los sentimientos interiores vividos. Estoy tan
preocupado
por
todo lo material que siento tristeza porque hay un vacío y este
vacío me duele. Incluso puedo fundar mi valor personal en el
número de bienes materiales que poseo. Vivo una gran dualidad,
porque deseo tener tanto la “calidad” como la “cantidad”,
tanto en lo que a relaciones interpersonales se refiere como a lo que
poseo. Tengo tendencia a tomar demasiadas cosas sobre mis hombros y
tengo tendencia a dispersar mis energías. Intento hacerlo todo para
ser amado y me entretengo con la opinión que tienen de mí los
demás. También puede tratarse de una inquietud frente a una u
otras personas. Estoy preocupado por ellas y quizás tengo tendencia
en “coger los problemas de los demás sobre la espalda” y querer
salvarlos. Mi impotencia
frente
a ciertas situaciones de mi vida me vuelve amargo
y
rehuso someterme, pero tengo miedo. Este sentimiento de impotencia
que
puede llevarme hasta la rebelión,
podrá conducirme a un “lumbago” o un “dolor de cintura”. No
me siento sostenido en mis necesidades de base y mis necesidades
afectivas. Tengo dificultad en hacer frente a los cambios y a la
novedad que se presentan a mí porque me gusta sentirme en seguridad
en mi rutina y mis viejas costumbres. Esto revela frecuentemente que
soy inflexible
y
rígido
y
que quisiera ser sostenido a mi modo. Si acepto ↓♥
que los
demás puedan ayudarme a su modo, voy a descubrir y tomar
consciencia de que tengo el apoyo que necesito. Así me vuelvo más
autónomo y responsable. Si se trata de un pinzamiento
de los discos lumbares,
pongo probablemente demasiado presión sobre mí – mismo en hacer
cosas para que me amen. Ya que se revela necesario un período de
reposo, aprovecho para mirar lo que está sucediendo en mi vida y
volver a definir mis prioridades. Al no
sentirme sostenido,
me vuelvo rígido (tieso) hacía los demás. ¿Tiendo a culpar a
los demás de mis dificultades? ¿Me tomo el tiempo de expresar mis
necesidades? Acepto ↓♥ que
me único sostén viene de mí – mismo. Volviendo a tomar
contacto con mi ser interior, establezco un equilibrio en mis
necesidades y reúno todas las fuerzas del universo que están en
mí. Estas fuerzas me dan confianza en mí y en la vida porque sé
que me traen todo lo que necesito: físico, emotivo, espiritual.
Estoy sostenido en todo momento! Las 5
vértebras lumbares se
sitúan en esta área.
L1 =
la primera vértebra lumbar L1 está
afectada cuando vivo un sentimiento de impotencia frente a alguien o
a algo que no me conviene y que tengo la sensación de no poder
cambiar, que he de soportar. Entonces, me vuelvo inerte, sin vida,
gasto mucha energía con cosas frecuentemente menores pero las
aumento tanto que toman entonces proporciones catastróficas, lo
cual puede incluso hacer aparecer un sentimiento de desesperación.
Puedo vivir inseguridad frente a aspectos de mi vida, pero no tiene
realmente razón de ser. Quiero controlarlo todo, pero esto no es
humanamente posible. Puedo también vivir conflictos interiores
entre lo que quiero hacer y que no me permito. Esto hace subir en mí
frustración, agresividad e ira. Estos sentimientos endurecen mi
corazón si no me libero y amargan mi vida. Una vértebra L1
en
mal estado puede traer enfermedades relacionadas con las funciones de
digestión (intestino y colón) o eliminación (estreñimiento,
disentería, etc.). Tomo consciencia del poder que tengo para
cambiar el curso de mi vida, y sólo la mía! Vuelvo a establecer
mis prioridades para canalizar bien mis energías.
L2 =
El
estado de la segunda
vértebra lumbar L2 depende
mucho de mi flexibilidad frente a mí – mismo y a los demás. La
soledad y la amargura generalmente causadas por una timidez
pronunciada son también factores importantes que pueden afectar L2.
Soy preso de mis emociones: al no saber como vivirlas y expresarlas,
y al ser éstas a veces vivas y explosivas, pongo máscaras para
protegerme y evitar que se pueda ver lo que sucede en mi interior. Mi
malestar puede hacerse tan grande que quiero “adormecer” mi mal
con bebida, drogas, trabajo, etc. y L2
hará
entonces una llamada de socorro. Tengo tendencia a ver las cosas en
negativo y a vivir en un estado depresivo que veo muy poco porque
estoy en un papel de víctima que no me obliga a pasar a la acción
o a cambiar cosas en mi vida. Igual como L1,
un sentimiento de impotencia y también mucha tristeza afectarán
L2.
Soy bastante amargo frente a la vida porque estaría supuestamente
disfrutando de los placeres de la vida pero, frecuentemente, no me
autorizo a ello a causa de mis obligaciones o por deber, para mostrar
el buen ejemplo. Debo aprender que no he de ser perfecto. A veces
puedo sentirme incapaz o impotente frente a una situación. No he de
culparme por ello o estar enfadado; solo he de ser auténtico
conmigo mismo y los demás y expresar simplemente mis penas, mis
alegrías, mis dudas, mis incomprensiones, mis frustraciones para
estar más abierto frente a los demás y para que L2
recupere
vida también. Se debe recalcar que una vértebra L2
en
malas condiciones puede conllevar enfermedades del abdomen, la
apéndice o las piernas en donde podría ver aparecer varices.
L3 =
la tercera vértebra lumbar L3 se
ve sobre todo afectada cuando vivo situaciones familiares tensas o
tormentosas. Me impido decir o hacer cosas para no herir y no
molestar a los demás. Pero al hacer esto, me hago daño a mí
mismo. Juego el papel de “buen chico” o “buena chica”
manifestando una gran flexibilidad. Pero me vuelvo “bonachón”
lo cual me causa frustración, sobre todo si debo poner mis deseos
de lado. Y quizás, también, me ponga de lado, particularmente a
causa de mi gran sensibilidad, sin saber mucho como dichas emociones
estarán recibidas. Me vuelvo “paralizado”, incluso impotente,
en mis emociones, en mi cuerpo, en mis pensamientos, lo cual impide
que se manifieste mi creatividad y todo lo vinculado a ella, en
particular la comunicación y la sexualidad que se quedan “rígidas”
y “frígidas”. Para superar el desánimo, debo tender los
brazos hacía los demás y atreverme a expresar mis emociones para
que mi pleno potencial creativo se despierte y se manifieste. La mala
condición de L3
puede
conllevar dolencias en los órganos genitales, en el útero (en la
mujer), en la vejiga o en las rodillas, tales como la artritis, la
inflamación o dolores.
L4 =
Cuando
la
cuarta vértebra lumbar L4 se
rebela, es frecuentemente porque tengo dificultad en transigir con la
realidad de todos los días. Puedo complacerme en un mundo
imaginario y esto puede llevarme a vivir en la pasividad, estando un
poco cansado de ver lo que ocurre alrededor mío. Se instala cierta
dejadez. “¿Porqué preocuparse de todos modos?” Sufro los
acontecimientos y no los creo, lo cual me puede dejar un sabor
amargo. Igual como L4,
necesito protegerme cerrándome porque puedo fácilmente dejarme
distraer o influenciar por lo que me rodea, sobre todo por lo que la
gente pueda decir de mí, y mi sensibilidad puede estar altamente
afectada. También me rompo la cabeza exageradamente y mi
discernimiento está a veces erróneo o carente porque mi mental es
muy rígido, lo cual me impide tener una visión global de una
situación y en consecuencia soluciones o posibles vías frente a
ella. Entonces quiero controlar en vez de escuchar mi voz interior.
Debo aprender a escuchar ésta para recuperar el dominio de mi vida.
Recupero mi poder de crear mi vía como quiero y recupero el gusto
de realizar grandes cosas! Se debe observar que una vértebra L4
en
mal estado puede conllevar dolores en la región de mi nervio
ciático y de la próstata en el hombre.
L5 =
Puedo
preguntarme lo que sucede en mi vida cuando la
quinta vértebra lumbar L5 está
afectada. ¿Tendría por casualidad una actitud de desprecio o de
pereza frente a una persona o una situación? Puedo vivir un poco de
celos, disgusto, frustración, pero sin embargo ya tengo mucho, la
vida me ha mimado y tengo dificultad en reconocerlo. Mi vida está
teñida de lujuria (en todos los niveles) y debo aprender a apreciar
lo que tengo, y a cultivar mis relaciones interpersonales: tengo
dificultad sobre todo en el plano afectivo a ser auténtico y a
sentirme bien porque en el fondo de mí, vivo una gran inseguridad y
tengo dificultad en expresar lo que vivo. Por lo tanto, tendré
tendencia a ser algo depresivo ya que pasaré frecuentemente de un
cónyuge a otro sin saber demasiado porqué sucede esto,
sintiéndome “correcto” dentro de lo que estoy viviendo.
Inventaré toda clase de guiones y mi atención siempre estará
centrada en los pequeños detalles anodinos, lo cual me impedirá
adelantar y pasar a otra cosa. Cierta amargura puede ensombrecer mi
vida e impedirme disfrutar de ésta. Aprendo a saborear cada
instante que pasa y a apreciar toda la abundancia que forma parte de
mi vida. Un mal estado de L5
puede
ocasionarme dolores en las piernas, desde las rodillas hasta los
dedos de los pies.
La parte
inferior de la espalda también
forma parte del sistema del centro del movimiento.
Si tengo dificultad en transigir con la sociedad, tanto desde el
punto de vista de las orientaciones por tomar como del sostén que
espero de ella, puedo vivir frustración
o
resentimiento.
No quiero “dealer” con ciertas personas o ciertas situaciones.
Mis relaciones
personales con
mi entorno padecen
de
ello. También puedo tener dificultad en aceptar ↓♥
que voy
sumando años. “Me hago viejo” y debo amansar lentamente la
noción de mortalidad.
Finalmente, la parte
inferior de la espalda está
muy estrechamente vinculada a los dos centros de energía
inferiores, el coxis y el segundo centro de energía que está
vinculado más específicamente a la sexualidad. Si vivo conflictos
interiores o exteriores para con ésta, si he reprimido mi energía
sexual, puede manifestarse un dolor
de espalda.
Las 4
vértebras sagradas y
las 5
vértebras del coxis están
relacionadas con esta región. Cuando las vértebras
sagradas están
afectadas, puedo tener la sensación de que no tengo columna y que
necesito a otra persona para sostenerme. Estoy constantemente
“probado” por la vida para ver cuál es mi nivel de integridad y
de honradez. Tengo un enorme potencial pero ¿estoy listo para
realizar los esfuerzos necesarios para cumplir mis objetivos?
Las
vértebras inferiores son las siguientes:
S1,
S2, S3 = Ya
que las 3
primeras vértebras sagradas están
soldadas juntas, se tratarán juntas. Constituyen un todo.
Reaccionan con la rigidez que manifiesto, con mi estrechez mental en
relación a ciertas situaciones o ciertas personas, a mi mente
cerrada que rehusa oír lo que los demás han de decir. Quiero
tener el control para sentirme fuerte y en seguridad y, si lo pierdo,
voy a estar enfadado, furioso y puedo tener ganas de “pegar una
paliza” a alguien por estar tan frustrado y lleno de amargura.
Todos estos sentimientos generalmente tienen su origen en mis
relaciones afectivas que no siempre van como lo deseo. La
comunicación tanto verbal como sexual, es deficiente, por no decir
inexistente, y estoy constantemente volviendo a plantear este tema.
Tengo la sensación de tener que nadar a contra corriente y me
siento en un callejón sin salida. Tengo interés en parar un
momento y ver claro en mi vida, a reflexionar sobre lo que quiero y
edificar una base sólida.
S4,
S5 = Todos
los deseos tienen su origen en las vértebras
sagradas cuarta y quinta.
Si soy capaz de administrarlas bien, si tomo el tiempo de descansar y
hacer las cosas que me gustan, S4
y S5 funcionarán
bien. Sin embargo, si vivo culpabilidad, tratándome de perezoso y
confrontándome a mis deberes y mi moralidad, juzgando mi conducta
“no correcta”, S4
y S5 pueden
reaccionar fuertemente. Tengo el derecho de hacer cosas para mí y a
veces evadirme pero debo evitar que esto se vuelva un medio de huida,
evitando que me enfrente con mis responsabilidades. En ese momento,
la pereza puede no estar benéfica: me mantiene en un estado pasivo
de cansancio que me impide ir hacía delante. Por esto, en casos
extremos, también estarán afectados mis pies. El único modo de
curar el sacro
quebrado
o roto, es la inmovilidad física y el tiempo. El sacro
está
vinculado al segundo centro energético que se sitúa al nivel de
la primera vértebra lumbar. Un desequilibrio de este centro
energético puede aparecer en las dolencias físicas siguientes:
referente a los órganos genitales, puede haber infertilidad,
frigidez o herpes; en cuanto a los riñones: cistitis, cálculos;
en lo referente a la digestión y la eliminación: incontinencia,
diarrea, estreñimiento, colitis, etc. Las desviaciones de la
columna vertebral (escoliosis) nacen generalmente a este nivel y
conllevan con ellas dolores de espalda. El segundo chakra o centro
energético, influencia mis relaciones con mi entorno y un
malfuncionamiento de éste, que afecta mi sacro,
será el signo de mi estrés, mis angustias, mis miedos y mi
tendencia depresiva que debo aprender a administrar. En cuanto al
coxis, está vinculado al primer chakra, o centro de energía, sede
de la supervivencia. Representa el fundamento de mi sexualidad, la
realización adecuada de mis necesidades
de base (sexualidad,
alimento, protección, techo, amor55,
etc.). El coxis
está
formado de cinco
vértebras coxigianas que
están soldadas juntas. Representa mi dependencia frente a la vida o
a alguien más. Hay muchas probabilidades de que mi cuerpo me diga
que tengo que pararme cuando me duelo el coxis. Es mi inseguridad la
que se manifiesta en relación con mis necesidades de base, de
supervivencia, en particular el hecho de tener un techo, alimento,
vestidos, etc. El alimento aquí se refiere a las necesidades
físicas como emocionales y sexuales. Cualquier persona necesita
amor en su vida. También necesita comunicación mediante
relaciones sexuales con uno o su pareja. Estas necesidades
generalmente se niegan y reprimen, sobre todo a causa de mis
principios morales y religiosos, lo cual me lleva a estar
insatisfecha. Puedo sentirme entonces impotente en todos los sentidos
del término y hay una ira incubando dentro mío. Quiero huir
cualquier situación que hace daño a mi sensibilidad y frente a la
cual puedo vivir culpabilidad. Debo poner mi orgullo de lado, es
decir mis miedos. Debo confiar en la vida y sobre todo hacer
confianza en mi capacidad por expresarme y asumirme. Cuando siento
dificultades vinculadas con este aspecto de mí – mismo, compruebo
interiormente hasta qué punto estoy (quiero ser) dependiente de una
persona que, conscientemente o no, satisface ciertas necesidades de
mi vida. Soy capaz de cumplir mis propias acciones, de ser autónomo.
Es posible que las personas con las cuales me vinculo
sean
mucho más dependientes afectivamente que yo y que tengan necesidad
de este tipo de relación. Acepto ↓♥ ver
hasta qué punto hago muestra de independencia y vigor en mi vida.
Debo soltar cualquier sentimiento de inquietud
frente
a mis necesidades de base y tomar consciencia ahora
de
las fuerzas que me habitan y afirmar que soy la persona mejor
colocada para garantizar mi propia supervivencia. Al estar vinculado
el coxis
con
el primer chakra, un desequilibrio al nivel de este centro de
energía puede conllevar desordenes físicos, los más corrientes
tocando el ano o el recto (hemorroides, irritaciones), la vejiga
(trastornos urinarios, incontinencia), la próstata. También se
puede encontrar dolores en la base de la columna vertebral, una toma
o pérdida de peso considerable (obesidad, anorexia) y una mala
circulación sanguínea al nivel de las piernas (flebitis), manos y
pies. Estos males me dan una indicación que tengo necesidad de
volver a equilibrar este centro de energía.
…………...
55
Amor: El
amor aquí referido es como el
amor de una madre para su hijo.
Cuando está afectado mi coxis, puede que viva el miedo a perder o
no tener como mínimo un amor similar al que un hijo está en
derecho esperar de su madre. Se trata aquí de este tipo de amor y
no de una relación amorosa entre adultos.