Comprensión y acción

Aquel que tiene una comprensión con referencia a la solución posible o pendiente no debe actuar de inmediato. Eso es peligroso. Si por ejemplo durante una constelación se pone de manifiesto que los hijos deben ir con el padre, o deben ir con la madre, lo que sea, no debe procederse de inmediato. Porque sino quizás uno está enajenado de sí mismo. Lo que aquí ocurre en la constelación no le es ajeno al cliente, ya que es algo en donde él mismo también actúa. Ahí surge una imagen, y ahora esa imagen primero debe penetrar en el alma. Primero uno permite que actúe en el alma, y eso puede llevar mucho tiempo. Después de cierto tiempo repentinamente queda en claro cuál es la acción correcta. Se toma a la imagen en el alma y se le permite que allí actúe y se despliegue hasta encontrar la solución correcta, la solución definitiva. Repentinamente uno percibe muy claramente: llegó el momento de actuar. En ese instante uno actúa, no antes, porque sino quizás uno estaría actuando fuera de sí, sin conexión con la imagen porque todavía no tuvo oportunidad de actuar en el alma. Es posible que pasen meses antes de que se reúna la fuerza necesaria para actuar, incluso sabiendo qué es lo correcto.



EL MANANTIAL NO TIENE QUE PREGUNTAR POR EL CAMINO

Bert Hellinger