PULMONES


Las afecciones del pulmón tales como neumonía, bronquitis, asma, fibrosis, etc., son el signo que tengo un miedo muy profundo de ahogarme o de morir. Me siento tan ansioso que me limito a vivir en un territorio muy limitado que él también parece incierto. Puedo tener la sensación de que perdí mi territorio o de que lo estoy tomando. Si lo pierdo, es como si muriese, ya no sería nada! Siento pues cierta dificultad en hallar mi lugar y administrar mis relaciones con el mundo que me rodea. Los pulmones sirven a mi respiración, y un mal funcionamiento de éstos trae una dificultad en lo que se refiere a la transferencia de oxígeno del aire hacía la sangre, función vital para mi supervivencia. Este mal funcionamiento sólo pone de manifiesto esta muerte que me asusta y que debo amansar. Si tengo un dolor o una dificultad respiratoria, debo preguntarme si tengo la sensación de sentirme ahogado u oprimido en mi vida. ¿Tengo la sensación de que “me falta el aire”, sobre todo en mis relaciones con los miembros de mi familia? ¿Me siento limitado o tengo la sensación de que no me merezco ser feliz? Me siento triste y deprimido y debo aprender a reconocer mi valor personal y a hacer las cosas que me gustan. En ves de “tener gusto” en entretener viejos recuerdos que me hacen melancólico y que pueden ampliar mi sentimiento de soledad y aislamiento, tengo interés en mirar todo lo que tengo y toda la abundancia presente en mi vida. Tomo consciencia que soy constantemente protegido y guiado. Tengo el derecho de tener un territorio, un lugar bien mío que me es personal y que no pertenece a nadie más, igual como los demás tienen cada uno su territorio. Es así como puede existir la armonía y que puedo desarrollarme plenamente. Vuelvo a tomar el poder que me pertenece y respiro la vida “ con todos mis pulmones”!